Es posible que no haya realizado un examen ocular nunca. No se preocupe; siempre hay una primera vez. O puede que lo haya hecho millones de veces. Pero ¿se ha parado a pensar alguna vez para que se utilizan todas esas máquinas y divertidas gafas? Aquí le damos algunas pistas.
Los equipos que utilizan los ópticos y optómetras para comprobar la vista tienen nombres bastante extraños: lentes refractivas, autorrefractómetros, tonómetros, forópteros, lámparas de hendidura, aberrómetros, retinoscopios. Todos sirven para algo en concreto. Es posible que no sea necesario utilizarlas todas cada vez que acuda a consulta.
Se recomienda encarecidamente comprobar la visión de los más pequeños una vez al año. Esto permitirá detectar posibles problemas visuales de manera precoz.
En el caso de los ancianos, se recomienda realizar un examen ocular anual para identificar la degeneración macular, comprobar la presión ocular y verificar la existencia de cataratas.
En realidad, solo hay un periodo (por lo general, entre los 20 y los 40 años) en el que se pueden realizar comprobaciones visuales aproximadamente cada dos años (a menos que se trate de una enfermedad conocida o se haya recomendado la realización de revisiones con más frecuencia).
Entonces, ¿cómo revisan sus ojos? Aquí le dejamos una breve lista con todas las pruebas que se pueden realizar. Tenga en cuenta que no todas las consultas siguen este orden, aunque los pasos principales sean prácticamente los mismos:
1. Salud, trabajo y estilo de vida
Se le preguntará sobre su salud, como la presión arterial, enfermedades conocidas, antecedentes familiares, etc. Algunas de estas enfermedades pueden afectar a la vista tanto a corto como a largo plazo.
Su tipo de trabajo y estilo de vida también pueden influir en la vista. Estas preguntas permiten a los profesionales identificar por dónde continuar.
2. Se le preguntará sobre sus gafas actuales, si las tiene. Llévelas a la consulta. ¿Cómo valoraría su experiencia?
3. El siguiente paso podría ser pasar por el autorrefractómetro. Apoye la cabeza en el reposacabezas y mire hacia el interior del equipo, donde verá una luz o una imagen. El equipo determina la potencia de la lente necesaria para enfocar la luz sobre la retina en la parte posterior del ojo. El equipo facilita una graduación precisa, aunque es necesario ajustarla con exactitud.
4. En lugar de un autorrefractómetro, también se puede utilizar un retinoscopio, que es un instrumento manual que permite medir la refracción. Se coloca delante de los ojos y prueba distintas lentes hasta dar con la que le permita ver la imagen con más claridad. Las lentes se ajustan hasta que se encuentre una graduación correcta. Esto determina su nivel de hipermetropía, miopía y astigmatismo.
5. A continuación, pasamos a la prueba de agudeza visual, la prueba estándar donde tendrá que leer letras desde una determinada distancia (de 5 a 6 m). Esta prueba se lleva a cabo, primero, con su graduación anterior para determinar a partir de dónde se deben añadir lentes.
6. A continuación, su profesional de la visión ajustará la graduación. En este momento le preguntará si ve «mejor con esta lente o con esa lente» y, en función de sus respuestas, su graduación se ajustará con precisión hasta dar con la graduación ideal. En resumidas cuentas, la que le proporcionará la mejor agudeza visual con la mayor sensación de comodidad.
7. Ahora podría ser el momento de pasar a la prueba de tonometría. Se expulsa un soplo de aire sobre el ojo abierto. La máquina calcula la presión ocular basándose en la resistencia de sus ojos a la corriente de aire. Es una prueba sin contacto y completamente indolora. La presión interna del ojo es un buen indicador de un posible glaucoma.
8. La exploración con lámpara de hendidura mostrará si hay las estructuras de los ojos están dañadas. Coloque la cabeza en el reposa cabezas para que el profesional utilice un microscopio para revisar la parte frontal del ojo, el iris, la córnea, los párpados, etc. Al utilizar una lente portátil, se puede revisar la parte posterior del ojo con el mismo instrumento. Esto mostrará el aspecto de la retina y del nervio óptico.
9. También se puede realizar una prueba de campo visual. Solo muestra si existe algún punto ciego en su visión periférica (lateral).
Los ojos son partes del cuerpo bastante complicadas, de ahí el número de pruebas que se mencionan. Pero cada paso tiene un propósito y eso es hacerle ver de la mejor manera posible. Llame a su consulta y acuda a revisión al menos cada dos años. O todos los años si ha cumplido los 50. Se detectará cualquier cambio y, si es necesario, se le derivará a un oftalmólogo. El tiempo y el dinero invertidos en ello merecen la pena. No tenga dudas.